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Ciudades y Comunidades Sostenibles

  • vanesavg17
  • 16 oct 2024
  • 5 Min. de lectura

La población mundial a aumentando exponencialmente, mientras que más del 50% se muda a las ciudades en busca de una mejor calidad de vida. Las ciudades son sin duda un motor económico, cultural y social, pero también son las principales en enfrentar los desafíos de la contaminación, la escasez de recursos y la desigualdad.


Cada vez más personas se ven en la necesidad de exigir mejor infraestructura, el acceso a servicios básicos, la innovación en la sostenibilidad y la inclusión de los diferentes sectores de la población. La mejora en la planificación urbana es una necesidad del siglo XXI, enfocada en que las ciudades y comunidades puedan enfrentar los desafíos globales del mundo moderno.


Es por ello que la ONU propuso el 11vo objetivo de los Objetivos del Desarrollo Sostenible:

Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.

Cambio climático, hábitos responsables y propuestas para combatir la contaminación: Un reto para todos


Cuando se piensa en cambio climático se tiende a imaginar eventos devastadores como la desaparición de continentes por la elevación del nivel del agua en los mares ocasionada por el derretimiento de los polos o de desastres naturales catastróficos que involucren huracanes, tornados o tsunamis.


Pero la realidad es que podríamos evitar dichos fenómenos si nos proponemos cambiar los hábitos que hasta ahora hemos tenido, por unos más responsables.


Las ciudades son las principales contribuyentes a los fenómenos del cambio climático debido a las grandes concentraciones de la población. Lo cual las convierte en las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero, donde millones de personas consumen recursos y generan residuos a un ritmo insostenible.


Sin embrago no todo está perdido, así como son las principales en contribuir, pueden ser también las principales en aportar a la solución. Desde las acciones pequeñas, cada individuo puede apoyar a frenar el cambio climático, para ello es necesario promover hábitos responsables como lo son el reciclaje, reducción de consumo de energía, ahorro de agua, el desconectar los electrodomésticos que no se estén utilizando, la implementación del modelo del caro compartido, y el uso de bicicleta o ir a pie para distancias cortas.


Una de las propuestas más sobresalientes en los últimos años ha sido la economía circular, con ello se promueve la reutilización, reciclaje y la minimización de residuos. Este modelo propone un cambio en la mentalidad, evitando que lo que usamos se convierta rápidamente en basura, en su lugar algunas de las acciones que se pueden tomar son la reparación, el cambio por algún otro artículo o el reciclaje de los componentes.



Además de las acciones individuales con las que podemos contribuir, también se pueden incluir las políticas de planificación urbana que promuevan la inversión en energías limpias, viviendas ecológicas, transportes sostenibles e iniciativas en favor de cuidar, preservar y limpiar el medio ambiente. Las industrias podrían optar por la producción y utilización de energía eficiente como lo es la iluminación LED.


Diversos países europeos están en transición hacia modelos de movilidad sostenible, promoviendo el uso de la bicicleta como medio principal de transporte o la implementación de la energía eólica. Con estas iniciativas además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero ayudan a mejorar la calidad del aire, la salud pública en general y proteger los recursos naturales.



El reto de la disminución de la contaminación atmosférica: como impacta en las comunidades vulnerables


Uno de los mayores desafíos es el impacto desproporcionado en las comunidades vulnerables que se encuentran en asentamientos informales, en la periferia de la ciudad o incluso cerca de zonas industriales. Dichas comunidades son propensas a sufrir de la escasez de servicios básicos como la atención médica adecuada, saneamiento, agua potable y electricidad.


Reducir la contaminación no solo es una medida ambiental, sino también una cuestión de justicia social. Para que una ciudad sea verdaderamente sostenible, debe de garantizar que todos sus habitantes tengan acceso a un entorno saludable, sin importar su nivel socioeconómico. Es indispensable que las ciudades inviertan en tecnologías limpias y que las soluciones consideren las necesidades y capacidades de todas las personas.



Afectaciones Globales: El problema compartido


El impacto se puede observar a nivel global, la urbanización descontrolada sin un plan de responsabilidad y equilibrio contribuyen a la pérdida de biodiversidad, degradación de ecosistemas, cambios en el ciclo de agua, mala calidad de aire y riesgo de la estabilidad climática a nivel mundial.


El uso excesivo de los recursos tiene repercusiones a gran escala. Las ciudades extraen agua de fuentes subterráneas cercanas lo que a menudo conduce a la sobreexplotación de los recursos hídricos. Mientras que la expansión de la población y la migración exigen la construcción de nuevas viviendas lo que contribuye a la deforestación y destrucción de hábitats naturales.



La importancia de las ciudades y comunidades sostenibles


El concepto de "ciudades sostenibles" hace referencia a un entrono que logra el equilibrio entre el crecimiento económico con la protección del medioambiente y el bienestar social. Son aquellas que además de reducir sus emisiones de carbono, mejorar su infraestructura también garantizan una buena calidad de vida para sus habitantes.


Las comunidades juegan un papel fundamental, estas pueden ser un foco para poder implementar prácticas sostenibles mediante el apoyo de asociaciones o proyectos sociales facilitando el acceso a los recursos básicos y un paso más cerca de un futuro equitativo y sostenible


Las comunidades y ciudades sostenibles son una necesidad urgente si en verdad se quiere frenar el cambio climático.



Costo-Beneficio de las Prácticas Sostenibles: Invirtiendo para Ahorrar


Invertir en sostenibilidad no solo simboliza un gasto inmediato sino una inversión para las futuras generaciones si es que queremos que existan.


Si bien es cierto, la transición hacia un modelo más sostenible es caro. La implementación de energía limpia tiene un costo elevado inicial, pero a futuro permite ahorrar enormes cantidades de dinero en energía y combustible.


El beneficio social de estas inversiones es gigante. Las ciudades que se proponen implementar políticas sostenibles tienen habitantes con mejor calidad de vida, aire más limpio y mayor cohesión social. La sostenibilidad no solo se mide en términos financieros sino en una mejor calidad de vida para todos.



El Rol de las Personas en la Transformación de la Urbanización: Protagonistas del Cambio


Aunque creamos que los cambios dependen de las grandes industrias la realidad es que todos jugamos un papel fundamental en la creación de un mundo más sostenible, inclusivo y consciente. Nuestras acciones, decisiones y hábitos nos hacen agentes de cambio.


Optar por prácticas sostenibles, apoyar iniciativas ambientales y de inclusión social son pequeñas acciones que en conjunto generan un impacto significativo. Tenemos la responsabilidad de ser conscientes como consumidores, elegir productos locales, ecológicos y cruelty-free.



Estar informados permite que tomemos decisiones más responsables y que exijamos a los líderes priorizar el bienestar ambiental y social, acceso a toda la población a viviendas, servicios básicos y transportación segura. El futuro de nosotros y las próximas generaciones depende de nuestra capacidad de cambiar nuestra visión hacia un futuro más sostenible, inclusivo y equitativo.





 
 
 

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