La Contaminación por la Inteligencia Artificial: Un Desafío Silencioso y peligroso del Futuro
- 0266944
- 26 may
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En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha revolucionado la forma en que trabajamos, nos comunicamos y tomamos decisiones. Desde asistentes virtuales hasta sistemas de recomendación. Sin embargo, lo que muchas veces se ignora es el impacto ambiental que esta tecnología conlleva al planeta. La contaminación por la inteligencia artificial es una preocupación que está surgiendo que debe ser analizada y tratada con seriedad, ya que involucra el consumo excesivo de energía tanto de agua, la huella de carbono y el uso intensivo de recursos naturales.
¿Qué es la contaminación por inteligencia artificial?
La contaminación por IA se refiere al conjunto de impactos ambientales derivados del desarrollo, entrenamiento y uso de modelos de inteligencia artificial en la actualidad, especialmente los que requieren grandes cantidades de datos y procesamiento computacional. Estos procesos consumen una enorme cantidad de energía eléctrica, lo que se traduce en emisiones significativas de dióxido de carbono (CO₂), contribuyendo así al calentamiento global.

Principales fuentes de contaminación por IA
Entrenamiento de modelos
Los modelos de IA, especialmente los de aprendizaje profundo (deep learning), requieren una enorme cantidad de datos y cálculos. Entrenar un modelo como ´puede ser chat GPT-3, por ejemplo, puede consumir tanta energía como un automóvil en toda su vida útil. Este consumo proviene de grandes centros de datos que deben estar activos y refrigerados constantemente.
Uso continuo
Después del entrenamiento, el uso constante de estos modelos también tiene un costo ambiental. Cada vez que se utiliza una IA para traducir textos, generar imágenes o responder preguntas, se produce un pequeño consumo energético que, acumulado por millones de usuarios al día, genera un impacto considerable.
Infraestructura física
La IA requiere de servidores, procesadores especializados y sistemas de enfriamiento. Para el enfriamiento se necesita 1 vaso de agua en promedio por pregunta que le puedas hacer a la inteligencia artificial. La producción y el desecho de estos componentes también generan contaminación por desechos electrónicos y requieren de materiales como litio y cobalto, cuya extracción tiene impactos ambientales y sociales.

Huella de carbono de la IA
Un estudio del MIT reveló que entrenar un modelo de procesamiento de lenguaje natural puede emitir más de 280 toneladas de CO₂, lo que equivale a las emisiones de cinco automóviles durante su vida útil. Además, los centros de datos responsables del procesamiento de IA consumen aproximadamente el 1% de la energía mundial, y se espera que esa cifra aumente con el crecimiento de esta tecnología.
¿Qué se está haciendo al respecto?
IA verde (Green AI)
Algunas empresas y organizaciones están promoviendo el desarrollo de IA verde (que apoya y favorece al medio ambiente), enfocada en reducir el consumo energético mediante algoritmos más eficientes y el uso de energía renovable, como podrían ser paneles solares y energía hidráulica.

Regulación y transparencia
Se están impulsando políticas que obliguen a las empresas a reportar la huella ambiental de sus tecnologías, aparte de que se busca que los investigadores publiquen no solo los resultados de sus modelos, sino también los recursos utilizados para su entrenamiento para así poder tener un control y un registro más preciso acerca de estos mismos.
Conciencia en los usuarios
El uso responsable de herramientas basadas en IA también es clave. Optar por soluciones eficientes, evitar el uso innecesario como preguntas tontas o sin sentido y comprender el costo ambiental de la tecnología que usamos puede hacer una diferencia.
Hablar sobre la contaminación causada por la IA es vital porque:
La tecnología avanza más rápido que la regulación y normas que se deben de tener.
El impacto ambiental es invisible y sin importancia alguna para la mayoría de los usuarios.
La sostenibilidad debe ser parte del desarrollo tecnológico.

En un mundo que lucha contra el cambio climático, no podemos permitirnos ignorar ningún frente de contaminación, y la IA representa un nuevo desafío ambiental importante.
La inteligencia artificial tiene un enorme potencial para mejorar la calidad de vida, optimizar procesos y resolver problemas complejos en e día a día de las personas. Sin embargo, también representa una nueva fuente de contaminación que debe ser considerada en las empresas y por parte de las regulaciones ambientales y tecnológicas. Solo a través de un enfoque consciente, regulado y ético, podremos aprovechar los beneficios de la IA sin comprometer el futuro del planeta. La sostenibilidad tecnológica no es una opción: es una necesidad urgente.
Referencias
Strubell, E., Ganesh, A., & McCallum, A. (2019). Energy and Policy Considerations for Deep Learning in NLP. arXiv preprint arXiv:1906.02243.
MIT Technology Review (2020). Training a single AI model can emit as much carbon as five cars in their lifetimes.
Bender, E. et al. (2021). On the Dangers of Stochastic Parrots: Can Language Models Be Too Big?. Proceedings of the 2021 ACM Conference on Fairness, Accountability, and Transparency.
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